Los alumnos y alumnas pudieron acercarse al manejo que se lleva a cabo con las poblaciones de buitre negro, buitre leonado y milano real, especies gravemente amenazadas por la falta de alimento en sus hábitats. Esta amenaza deriva de la retirada sistemática del ganado que muere en la naturaleza y que estas especies, entre otras, se ocupan de consumir, limpiando los montes y reduciendo el riesgo de expansión de enfermedades para el resto de la fauna.
La visita incluyó un recorrido interpretativo sobre la Comarca de Campo Azálvaro, donde se trataron temas como la ligazón ganadería-fauna silvestre o los riesgos para la aves derivados de las colisiones con tendidos eléctricos y el uso de venenos. Los estudiantes pudieron visionar, desde observatorios habilitados, el depósito controlado de carroña y su consumo por parte de los grandes buitres, así como una demostración de cómo la “patrulla canina” del Colectivo Azálvaro es capaz de detectar aves muertas por causas humanas.
Es fundamental que los futuros gestores del medio natural conozcan de primera mano este tipo de proyectos pioneros– explica Jordán Muñoz, profesor del área de Zoología de la ETSIIAA e Investigador del iuFor. Aprender observando los procesos naturales en el campo es mucho más efectivo que la clase teórica y permite al alumnado ver de forma práctica como se protege a la fauna amenazada.
El Colectivo Azálvaro lleva dos décadas dedicado a la preservación de las aves carroñeras en Segovia, trabajando directamente con los ganaderos con la finalidad de armonizar la conservación de la biodiversidad con la ganadería sostenible y el desarrollo rural.