El duelo final del cementerio de Sad Hill de la película El bueno, el feo y el malo no se rodó en el oeste de Estados Unidos, sino en Burgos (España). Pero los escenarios por los que Clint Eastwood paseaba en este clásico del wéstern han cambiado desde los años 60. Analizar los fotogramas de esta y otras superproducciones de Hollywood nos permite, desde el sofá de casa, apreciar la magnitud de la imponente y gradual revolución del paisaje que estamos viviendo…

Seguir leyendo el artículo firmado por nuestro compañero el profesor José Reque AQUÍ