Suelos que son ‘no suelos’ y reforestación como pastos de lo que fueron enclaves boscosos de alto valor ecológico. Es, hasta el momento, el mejor ejemplo de la recuperación de las explotaciones a cielo abierto de carbón. Sin embargo, otra forma de rehabilitar los espacios perdidos (para la naturaleza y para la actividad minera) es posible.
Una forma que aprende de la naturaleza, y que no sólo es más barata sino que tiene mucho más sentido ecológico. Lo investiga desde hace años un equipo del Área de Ecología y el Instituto Universitario de Investigación en Gestión Forestal Sostenible del Campus de Palencia, y ahonda en ello la tesis doctoral que desarrolla Elena Muñoz Cerro, dirigida por Carolina Martínez Ruiz y Daphne López-Marcos.